EN HONOR A ELLA SE REALIZA LA FERIA DE TLALTENANGO
Cuenta la leyenda que en 1720, por los últimos días del mes de mayo, llegaron a Tlaltenango dos apuestos caballeros de aspecto angelical. Venían cargando un misterioso arcón , asegurado cpon bisagras y cerrojos. Doña Agustina tenía una casa de huéspedes, donde ellos llegaron a descansar. Cuando decidieron partir, rogaron a la señora cuidara de el arcón hasta su regreso. Después de varios días en que no regresaron, Doña Agustina escuchó una música celestial y vio destellos luminosos que salían de las aperturas del arcón con un olor a nardos, sándalos y linóleos; por lo que acudió a invitar a fray Pedro de Aranda (a la parroquia de la Asunción, hoy Catedral de Cuernavaca) y al Alcalde Mayor a la Ciudad, quienes estaban incrédulos y acudieron con gente de la comunidad. Fray Pedro de Aranda, ante todos los presentes, levanto la tapa del arcón y apareció esta hermosa virgencita. El Canónigo de la Basílica de Santa María de Guadalupe decidió que se celebrara su fiesta anualmente con gran esplendor el 8 de Septiembre. Esta fiesta se celebra con un novenario que comienza el 31 de agosto.
[Folleto: Fiesta Patronal de Tlaltenango. 8 de Septiembre, Diócesis de Cuernavaca, Morelos, 2011]
Hay otra versión de un nativo del pueblo que nos cuenta que eran cuatro los jóvenes que trajeron y cargaron el arcón que traía la imagen de la virgen, que al principio no lo podían abrir y que se mantuvo cerrado en la capilla de San José hasta que se terminó de construir el Santuario de la Virgen de los Milagros, cuando por fín pudo abrirse y apareció la imagen de la virgen.
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