Veneración de la Virgen de los Milagros en Tlaltenango, Morelos
Según cuenta la leyenda, el 30 de agosto de 1720, dos extraordinarios personajes se hospedaron en la posada de doña Agustina y salieron al siguiente día, dejándole a guardar a ella un misterioso arcón. Pasaron varios días y no regresaban. Una noche, pasó doña Agustina por el cuarto donde estaba dicho arcón y pudo percatarse que de éste salía una música celestial, destellos luminosos y un olor perfumado. Asombrada, llamó al párroco de la Asunción, Fray Pedro de Aranda, quien abrió el arcón frente a varios testigos y encontraron en éste a la imagen de la Virgen Santa María de los Milagros. Se la llevaron en procesión a la capilla de San José, donde permaneció hasta 1730 mientras le construían el santuario donde se encuentra hasta la fecha. Cuentan que el mismo Zapata le regaló una corona de plata con incrustaciones de oro y que ha realizado muchos milagros.
Desde su aparición, se realiza la feria en torno a su veneración, que dura doce días, del 30 de agosto al 10 de septiembre, a la que acuden miles de peregrinos de varios estados. Una de las peregrinaciones más llamativas es la de Iztapalapa, quienes desde hace más de cien años fabrican e instalan una preciosa portada de flores en el Santuario de la Virgen.